Sur del estado de Morelos. La Revolución Mexicana en pleno. Angustias, la joven hija de un generoso bandido, es discriminada por vivir con la bruja Crescencia y negarse a ser víctima del acoso de los hombres. Tras acuchillar a un charro que intenta violarla, huye al monte y se une a la tropa zapatista. Convertida en coronela, sigue las enseñanzas de su padre e imparte justicia entre mujeres y campesinos.
Se trata del argumento de La negra Angustias (1949), cinta de Matilde Landeta, primera directora del cine nacional, que con motivo del centenario de su nacimiento y la conmemoración del Día Internacional de la Mujer será exhibida el martes 9 de marzo a las 19:00 horas en la Sala José Revueltas del Centro Cultural Universitario.
La negra Angustias (85 minutos), copia que forma parte del acervo de la Filmoteca de la UNAM, será presentada por Marcela Fernández Violante (Ciudad de México, 1941), reconocida guionista y directora que preside la Fundación Cultural Matilde Landeta, que promueve la creación de escritoras mexicanas de cine.
Las otras mujeres del cine mexicano
Como la propia Matilde Landeta narró a Alejandro Medrano en una conversación que incluye en Quince directores del cine mexicano –libro editado por Plaza y Valdés–, empezó a ser verdaderamente conocida cuando el crítico Jorge Ayala Blanco se encontró con sus cintas.
“Matilde Landeta, nosotros te amamos” fue el título del texto que el autor de La aventura del cine mexicano publicó entonces. Analizó el carácter de la directora a través, precisamente, del estudio de La negra Angustias. Sucedió en 1975, Año Internacional de la Mujer, cuando la Cineteca Nacional preparaba un ciclo de cine hecho por mujeres.
La directora, quien recibió su primera oportunidad al lado de Fernando de Fuentes como aprendiz de anotadora, se dedicó a hacer un cine que reivindicó el papel de la mujer en un mundo (sobre todo el cinematográfico) dominado por los hombres.
Así, logro dirigir cuatro cintas: Lola Casanova (1948), La negra Angustias (1949), Trotacalles (1951) y Nocturno a Rosario (1991), además de participar como guionista, anotadora, asistente de dirección, productora y guionista en casi medio centenar de películas.
En la entrevista con Medrano, recordó que el cine mexicano “casi siempre era misógino; la mujer era un ser de segunda categoría completamente. Era la mujer que debía ser resignada la lección que daba una película de Fernando Soler, Pedro Infante (…), la mujer tenía que ser sumisa y aguantar todas las insolencias del hombre”.
Frente al cine de su época, se cuestionó los mecanismos de representación de lo femenino y se propuso hacer lo contrario.
“El cine mexicano reconoció en la mujer su vientre y es ahora una gran madre paridora o una gran prostituta. No ha tenido más que esos dos caminos. Normalmente todo el mundo pensaba y se reía mucho en las comedietas en que la mujer era sobajada al infinito (…). Jorge Negrete podía irse de parranda y legar borracho, insulta a la mujer y ésta no hacía otra cosa más que llorar en un rinconcito, no en voz muy alta porque eso ya era rebeldía”.
De acuerdo con la directora, la reacción del público era buena, pero en los productores era hostil: “me les había insubordinado”. Por ello, Lola casanova no se estrenó en un año, pues fue boicoteada, y cuando lo hizo permaneció apenas cinco días en cartelera.
Un destino más crudo fue el que tuvo Tribunal de menores, un argumento en el que trabajó por años junto con su hermano y que, tras presentarlo al Banco Nacional Cinematográfico y vender los derechos del guión al entonces director, Eduardo Garduño, fue realizado por otro director y obtuvo un premio en el Festival de Cine de Berlín que nunca le entregaron.
De acuerdo con Martínez Violante, “Matilde se entera de que su historia será llevada a la pantalla por el director debutante Alfonso Corona Blake, bajo el título de El camino de la vida, cuyo rodaje está programado para febrero de 1956. Esta decisión no sólo violaba el acuerdo establecido con el Banco de que ella sería la realizadora, sino además sus derechos legales como autora al modificar el título del argumento, sin haber obtenido su autorización.
“El camino de la vida obtuvo cuatro Arieles en 1957, entre ellos el de Mejor Película, Mejor Dirección, el de Mejor Argumento Original (de Matilde y Eduardo Landeta) y el de Película de Mayor Interés Nacional. Incluso el escritor Carlos Fuentes publicó en 1956 un artículo en la Revista de la Universidad de México, en el que hacía comentarios elogiosos en torno a la película”. Pese a ello, la historia se ha encargado de reivindicar el papel de Matilde Landeta en los anales del cine mexicano.
Egresada de la primera generación del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos, donde imparte las materias de guión y realización cinematográfica, Martínez Violante ha participado en diferentes festivales internacionales y realizó en 1982 el cortometraje documental Matilde Landeta, pionera del cine nacional, lo que la convirtió en la primera en rescatar la vida de la directora en la pantalla.
El Homenaje a Matilde Landeta a 100 años de su natalicio se realizará en la Sala José Revueltas del Centro Cultural Universitario el martes 9 de marzo a las 19:00 horas. Con la presencia de Marcela Fernández Violante. Entrada con invitación o boleto. Christian Gómez
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