lunes, 25 de enero de 2010

Periferia de tus ojos. Días & Riedweg, una reflexión sobre la otredad, en el MUAC

Mauricio Dias (Río de Janeiro, Brasil, 1964) y Walter Riedweg (Lucerna, Suiza, 1955) trabajan juntos desde 1993 y se han consolidado en el escenario del arte contemporáneo como pioneros del arte público y el video. En Periferia de tus ojos. Días & Riedweg, exposición alojada hasta marzo por el Museo Universitario Arte Contemporáneo –MUAC–, ofrecen una reflexión sobre la otredad y una confrontación entre la imagen de un Brasil contemporáneo y su pasado colonial.

Conformada por cinco obras entre videoinstalación y fotografía, la muestra invade los sentidos del espectador por medio de una mezcla de colores vivos, música funk e imágenes sugerentes de la vida en las favelas en aquél país sudamericano.

“Hay de públicos a públicos y de trabajos a trabajos, nosotros trabajamos con cuestiones públicas, no hablamos de especificidades, hablamos de la equidad social, del tejido social y sus componentes”, explica Mauricio Dias sobre la posibilidad de aprehender el sentido de la obra que expone al lado de Riedweg.

En tal sentido, el objetivo de piezas como Funk Staden y Do universo do baile es motivar una reflexión crítica sobre “la forma en que ciertas estructuras coloniales perviven en la actualidad” y establecer un cuestionamiento sobre la construcción de los clichés que existen en torno a su cultura.

Un país al revés

Do universo do baile (Universo del baile) atrapa la mirada del espectador que ingresa en la sala con una pista de baile amarillo y verde, como la bandera brasileña. Curiosamente, cada cuadro que la forma es una báscula, con lo que se genera una diferenciación entre los espectadores que suben en ella. Mientras, un rumor de música funk mezclado con el ritmo carioca invade la sala.

Es apenas la mitad de la pieza. La otra es la proyección de una triada de contradicciones: la bandera brasileña al revés, con el lema positivista “amor, orden y progreso” de cabeza; u
n travesti que vive en la calle leyendo la constitución en el apartado del derecho a la no discriminación; y por último, un grupo de jóvenes en un baile funk donde el himno nacional, símbolo de unidad, es manipulado electrónicamente y musicaliza un enfrentamiento vandálico.

“Usamos tres símbolos nacionales que son de Brasil pero podrían ser de cualquier país, el caso es que vivimos ahí. Este trabajo trata de la distancia efectiva que existe entre los símbolos nacionales y su aplicación en la sociedad. Todo aquí se invierte, en orden y progreso hay desorden y retroceso”, asegura Dias.


Periferia omnipresente

Para Walter Riedweg, “el baile funky contemporáneo en las favelas se asocia con el traficante local, que se erige rey en un mundo del que no consigue salir porque pertenece a cierto territorio”.

Desde 2006, ambos artistas se encuentran inmersos en el mundo cultural del funk, un género adoptado por los cariocas y que refleja en sus temas el desacuerdo constante entre la historia oficial y las realidades locales. El llamado funk carioca está fuertemente asociado con un carácter ilegal que no se desprende de la vida en las favelas.

“Las favelas normalmente son la periferia de la ciudad pero en este caso están por todas partes, en todas las colinas y muros altos. Hacen una música muy fuerte que habla de exclusión social, sexualidad, conflicto con la policía, la relación con el narco, con la ciudad, un proceso bastante violento: ‘Las leyes aplican para todos’, pero su realidad es otra”, añade Dias.

De ahí surgen Xilogravuras, Livro y Funk Staden, pieza que contrapone la cultura local actual y la relación histórica que el investigador alemán Hans Staden sentó en 1557 en el libro Verdadera historia y descripción de un país de salvajes desnudos, feroces y caníbales, situado en el Nuevo Mundo, América, motivador de un abanico de clichés sobre el salvajismo del trópico.

La video instalación se presentó originalmente en la 12ª Documenta de Kassel, de donde es originario Staden. A través de tres paneles de video generado con tres cámaras, se yuxtaponen las ilustraciones de la historia narrada por Staden con la cultura funk de las favelas de Río de Janeiro, con lo que los “funkeiros” reescriben la historia y dibujan “una especie de antropófago contemporáneo que es el urbano marginado”.

En el mismo sentido, Xilogravuras es una serie de fotografías analógicas de los bailes actuales que muestran alegorías de la preparación de un ritual antropófago, según el texto de Staden. Y Livro, una videoinstalación, es una especie de púlpito que reproduce imágenes del último ejemplar de la primera edición del libro.

Mi nombre en tu boca

Meu nome na tua boca (Mi nombre en tu boca) es una videoinstalación que habla de la la construcción del otro en la memoria emocional luego de una ruptura de pareja. Una serie de tendederos de ropa separan dos proyecciones: una donde las bocas de 50 participantes, todas distintas, susurran los nombres de las personas con quienes tuvieron relaciones sexuales. Del otro, rostros y nucas de las personas que dejan mensajes de amor en contestadoras automáticas.

Periferia de tus ojos. Días & Riedweg habla de los espacios y visiones en las que el individuo se conforma, se cuestionan los mecanismos de representación, la incomprensión e intolerancia hacia “el otro” y la exclusión en guetos. Todo a través de metáforas.

“Yo soy artista, no soy un teórico, yo funciono con metáforas –concluye Dias. Lo que puedo hacer es negarme en mis metáforas para hacer que los mensajes que quiero decir sean claros, no puedo contarlos así, no soy un teórico. Para eso es que existe la forma, yo creo en el poder del arte como una herramienta de comunicación bastante compleja y pertinente para toda la sociedad, incluso más que la educación”. Hasta marzo. Christian Gómez (Jessica Moreno, fotografía)

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