lunes, 3 de mayo de 2010

Trabajando un día particular

En Trabajando un día particular, Laura Almela y Daniel Giménez Cacho no sólo reelaboran en teatro Una giornata particolare (1977), cinta de Ettore Scola protagonizada por Sophia Loren y Marcello Mastroianni; su planteamiento, en cambio, desmenuza las condiciones de la representación escénica. Los actores construyen el escenario frente al público. Encuentran en una maleta la escenografía mínima para activar imágenes y el fuera campo se vuelve extensión concreta del escenario; sin más aditamentos que el negro de las paredes, dibujan a su paso –literalmente– lámparas o ventanas que cierran y abren sin conflicto técnico. El escape de un pájaro de su jaula cruza el camino de un locutor antifascista y homosexual a punto de suicidarse y la madre de seis hijos que atesora un álbum con imágenes de Mussolini. La contradicción ideológica se difumina en un encuentro sexual que resulta un complejo cuestionamiento de valores. Ninguna distracción obstaculiza el transcurrir de la puesta de dos actores que quedaron sin director para su obra: pueden repetir segmentos, corregir errores. El teatro se mira a sí mismo. Ubicado en la Italia fascista, el relato de intolerancia tiene pertinencia en un contexto político distinto pero en un escenario de dogmatismos algo menos distante. Christian Gómez



Laura Almela y Daniel Giménez Cacho, Trabajando un día particular, Teatro El Milagro. Hasta junio.


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